Se recomienda guardar la Cruz de Caravaca junto a lo que se quiere proteger, si es la casa, sobre el dintel de la puerta de entrada o bien detrás de la puerta. Si se trata de la protección de uno mismo se puede proceder de dos maneras: o situándola bajo la almohada o llevándola sobre el pecho. También se puede colocar sobre la fotografía de la persona que necesita protección. La Cruz de Caravaca resulta de gran eficacia sobre lugares, personas y animales que son objeto de maleficios, encantamientos o posibles actos de brujería por su doble poder físico y espiritual representado, repetimos, por el doble trazo de la doble crucifixión.

También está relacionada con el alivio de las dolencias potencialización de la espiritualidad y el alejamiento de malas influencias, también es un objeto de buena suerte para quien lo tiene cerca o lo lleva encina.

Al adquirir una cruz de Caravaca ya se adquiere directamente un objeto de poder, un objeto que es mágico y que no precisa grandes tratamientos para su funcionamiento, sin  embargo es muy recomendado que tras su compra su nuevo dueño lo consagre para su uso personal ( lo más recomendable es utilizar un sahumerio especial como el santórum)